Austeridad gubernamental frena investigaciones y proyección al campo señalan soyeros 

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Austeridad gubernamental frena investigaciones y proyección al campo señalan soyeros 

 

Ramón García /CP 

 

Productores agrícolas externaron su inconformidad por la austeridad que mantiene el gobierno federal y que afecta las investigaciones del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y con ello ha reducido la capacidad de respuesta de las instituciones encargadas de la investigación científica con proyección al campo. 

Exponen que él se encargaba de hacer la investigación para lograr las semillas mejoradas de varios cultivos, entre ellos el de la soya, sin embargo, a falta de presupuesto, estos trabajos se abandonaron luego de que los empleados de esta dependencia establecida entre Tuxtla Chico y Cacahoatán, se declararon en huelga por varios meses. 

Ante la falta de respuesta del gobierno federal sin la asesoría adecuada, en el caso de la soya, se dijo que son los mismos campesinos quienes han hecho la tarea de escoger y separar entre las 4 variedades de las semillas para la siembra que hay en la región, con la intención de mejorar y optimizar los tiempos de cultivo y aprovechar un mayor rendimiento del producto, informó el presidente del Sistema Producto Oleaginosas en Chiapas, César Ozuna Estudillo. 

Explicó que hay semillas precoces y tardías que deben separarse, ya que entre ellas, el tiempo de cosecha se aparta entre 30 y 45 días, por lo que al campesino le conviene hacer las líneas de producción adecuadas para lograr un rendimiento de entre dos y tres toneladas por hectárea. 

Lamentó que el gobierno federal no valore la importancia sobre el trabajo de investigación que realizan las instituciones como el INIFAP o el ECOSUR, a quienes les ha reducido drásticamente el recurso, imposibilitándolos para que puedan continuar con sus investigaciones, que históricamente han beneficiado al campesinado de Chiapas. 

Ozuna Estudillo recordó cuando en anteriores administraciones el gobierno les garantizaba un precio a su producto, así como otros programas de incentivos, donde todo ese apoyo se manejaba con total transparencia, ya que el gobierno depositaba en la cuenta bancaria del campesino y este tenía que comprobar la comercialización de su producto. 

Puntualizó en que la producción de soya en el país, apenas significa el 5 por ciento del consumo de los mexicanos, por lo que mientras menos apoyo exista para la soya, más importación hará el gobierno a precios elevados. 

 

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