Estiaje y altas temperaturas ponen en riesgo la ganadería en la Frontera Sur 

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Estiaje y altas temperaturas ponen en riesgo la ganadería en la Frontera Sur 

 

 

Ramón García /CP 

 

Las altas temperaturas y el estiaje están cobrando factura al campo en la zona fronteriza de México con Guatemala, el cambio climático que afecta gravemente al sector ganadero y está ocasionando graves daños, los animales pierden peso y hay riesgo de muerte, ya que son pocos los productores que cuentan con sistemas de riego para tener pastura fresca. 

Los animales son más vulnerables a las enfermedades, porque por la falta de lluvia ha escaseado el pasto, en años anteriores se ha sufrido por la sequía que cada temporada es mayor y que afecta a todos los sectores de la producción. 

En entrevista el productor y expresidente de la Ganadera Local Frontera Sur del municipio de Suchiate, Genaro Ordaz Tercero, afirmó que por  la falta de pastura y agua, en algunos ranchos se ha registrado la mortandad de bovinos, situación que enciende las alarmas en el sector, ya que aún faltan los meses más fuertes de la temporada de estiaje. 

Dijo que, por la falta de agua, se reducen las defensas de los animales que tienden a bajar de peso por falta de pastizales, y con esta situación es muy difícil que los puedan vender a buen precio, por ello los ganaderos han preferido vender sus animales a pesar de que no sea el tiempo que estimaron para comercializar, pero lo tienen que hacer antes de que los bovinos se enflaquezcan más o se mueran. 

Señaló que en este municipio el hato ganadero es de más de 2 mil 500 bovinos, pero ante las condiciones climáticas que se presentan, el número de animales podría disminuir un 40 por ciento, debido a que los productores han comenzado a vender su ganado, a fin de no sufrir mayores pérdidas. 

Detalló que, debido a esta situación, el precio del ganado ha caído en las recientes semanas, los ganaderos vendían el kilogramo hasta en 37 pesos, pero debido a la falta de pastura fresca y la baja de peso, ha caído hasta en 34 pesos, lo que representa una merma en los ingresos económicos de las familias productoras. 

Reconoció que algunos productores que tienen los recursos han comenzado a vacunar al ganado contra la rabia paralítica y a desparasitarlos para prevenir otras enfermedades que son frecuentes durante esta temporada. 

Puntualizó que los pequeños productores no tienen la capacidad para vacunar sus animales prefieren venderlos o dejarlos a la voluntad de Dios, por ello, en los meses más fuertes de la sequía, la mortandad de bovinos aumenta. 

Finalmente mencionó que la falta de pasto fresco obliga a los productores a adquirir de pacas o silos, pero al final representa mayores inversiones para mantener el hato ganadero de la región, por ello muchos deciden venderlos antes de que la temporada de sequía recrudezca. 

 

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