Piedrazos 

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Piedrazos 

 

Héctor Narváez  

 

¡Qué reine la confusión!

 Mientras la pandemia en México va creciendo, el Gobierno Federal ya decidió no solo “domarla”, sino también “aplastarla”.

En tanto, siguen insistiendo que el país puede regresar a la normalidad en los próximos días, con lo cual expondrán más a la población y hasta nos llevarían a un peor escenario económico.

Pero, esa es la estrategia desde Palacio Nacional: crear confusión entre sus gobernados, para que puedan “reinar” sin ningún problema.

 

El espejismo

Para entender mejor la situación, ocuparé una historia que se cuenta de Fidel Castro, cuando gobernaba desde La Habana, en Cuba.

Estaba en un evento multitudinario, en donde enumeraba los grandes logros de su mandato, sobre todo en la atención a las clases más necesitadas de esa isla.

Y una persona le gritó: “Fidel, tengo hambre”. No le quiso hacer caso, hasta a la tercera vez ya les dijo a sus empleados que lo subieran al templete.

“A ver, le voy a demostrar a usted que no tiene hambre, sino que lo que tiene es sed. Y le voy a poner al lado suyo un refrigerador lleno de comida”.

El cubano, pensó que se le había presentado su gran oportunidad, pero los guardaespaldas de Castro le dieron a tomar agua.

“Tome agua, porque usted tiene sed”, le dijo el entonces comandante, quien siguió con su discurso. Pero, minutos después, de nuevo el hombre lo interrumpió: “Fidel, sigo teniendo hambre”.

“Que usted no tiene hambre, lo que tiene es sed. Denle más agua”. Y por segunda ocasión, así lo hicieron.

Castro siguió hablando a sus seguidores, pero por tercera vez fue molestado: “Fidel, lo que tengo es hambre”.

“Que no tiene hambre, lo que tiene es sed. A ver, pásenme el agua”. Y el Presidente personalmente se lo dio, para preguntarle: ¿A ver, ahora cómo se siente?

“Ya estoy lleno”, dijo aquel desafortunado cubano.

“Se lo dije: No tenía hambre, era sed lo que tenía. Llévense de aquí el refrigerador con la comida y a este hombre”.

Parece que eso ha sucedido en el México actual, en donde a sus habitantes les anunciaron que los casos de la pandemia van a la baja, sin comprobarse si así es, y se lo están creyendo.

Nada más que ese es un “espejismo”. O un engaño de los líderes de este mundo.

 

La realidad

Mientras “mágicamente” ya se logran cuadrar las cuentas entre los reportes de las Secretarías Estatales de Salud y la Sub-Secretaria Federal de Salud de López-Gatell, el Presidente AMLO por enésima vez nos sorprendió con su declaración: “se aplastó la curva” de la pandemia.

Si así fuera como dice, “aplastar”, ya no tendríamos ningún caso de coronavirus en todo lo largo y ancho del país. Vaya, ni siquiera nos hemos acercado a “aplanar” la curva, porque cada día ha ido en aumento, a pesar de que siguen escondiendo el total de los casos.

En Brasil, recientemente vimos que el Presidente Jair Bolsonaro, llamó a sus seguidores a abandonar el aislamiento social y regresar a las actividades cotidianas.

Desde hace días, ese país ha registrado un incremento en los muertos por la pandemia y está a punto de convertirse en el nuevo epicentro del mundo.

Bolsonaro, fue cuestionado por la prensa y dijo: “Yo soy el mesías, pero no hago milagros”.

Pareciera que México va para ese escenario. Porque no se entiende de otra manera la postura presidencial.

Si “ya se aplastó la curva” de la pandemia, ¿esto quiere decir que ya no estamos en emergencia sanitaria?

Pero, su Sub-Secretario López-Gatell nos ha dicho a todos los mexicanos que aún viene la etapa más difícil para el mes de mayo, entonces, ¿por qué se va a permitir que mil municipios del país regresen a sus actividades normales y también se retorne a clases?

Yo sigo insistiendo que el inquilino de Palacio Nacional está tomando solo decisiones políticas y económicas, en lugar de que fueran en materia de salud y en bienestar de la población.

Algo así como la historia de Castro y el hombre que tenía hambre, quien terminó llenándose con agua.

Por cierto, al comandante Fidel le preocupaba mucho la opinión en el extranjero sobre la isla.

¿No será que también esa misma preocupación es la que tiene presente todos los días el Presidente de México?

¿Y quizá por eso busca no solo “domar”, sino ahora hasta “aplastar” a la pandemia, que ha dejado en mal a otros países como a China, Italia, España, Estados Unidos, Ecuador y Brasil?

Esa podría ser el trasfondo del juego perverso que se traen con la contingencia sanitaria, que ha sido “a medias” desde un principio.

Y que, para alcanzar sus fines, han utilizado la confusión y así logren “reinar” muy bien, mejor que en los tiempos anteriores.

Moraleja: ¡Divide y vencerás!

 

Piedritas: ¡Qué escondieron las despensas!

Me han llegado versiones, de que los alcaldes de Tuzantán, Bany Oved Guzmán, y de Huehuetán, Victoria Guzmán, habrían escondido en bodegas los víveres que envío el Gobierno del Estado. Y que los ocuparán cuando se acerquen las elecciones.

Un asunto que debería de investigar el Fiscal de Justicia en Chiapas, Jorge Luis Llaven Abarca.

¡Otro autoritario!

El edil de Yajalón, es de aquellos que aparte de no hacer su trabajo, se ha vuelto abusivo en el poder.

Ahora se encuentra involucrado por haber ordenado una agresión, hasta con balazos, contra autoridades del vecino municipio de Tumbalá, quienes trataban las medidas de prevención ante la contingencia. A estos alcaldes, de inmediato deben desaforarlos y meterlos a la cárcel.

¡Nos leemos el lunes!

Comentarios: hectornarvaez@hotmail.com  

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