Qué más pué…

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Qué más pué...

 

Por Carlos Rafael Coutiño Camacho.

 

1.- Ediles de mercadería.

2.- Lluvias

 

El primer acto de corrupción y deshonestidad de un presidente municipal, es aceptar el cargo sin tener conocimiento de sus funciones, y ese es el caso de por lo menos 100 ediles de los 123 que existen en Chiapas. Están por una imposición de “padrinos” y qué decir de quienes intentaron llegar sin conseguirlo.

Chiapas no progresa porque su gente no está capacitada para ello, está ávida de continuar en la misma condición de pobreza para solo extender la mano y recibir lo que otros quieran darle sea en especie o efectivo.

Lo que harán los nuevos presidentes a partir de octubre, es ver cuánto dinero hay en las arcas, luego verán en qué se benefician unos más que otros, finalmente harán lo mismo que todos hacen, componer calles, poner focos, hacer que el carro recolector de basura pase en ocasiones, mantener una junta los lunes de cabildo.

Pero hay más, pues en el mercado harán fiesta el 2 de agosto, celebrarán a los niños y madres, también harán homenajes en algunos casos y hasta estarán pendientes de que se cobren los impuestos municipales, además de mandar a limpiar 2 veces al años los panteones que le corresponden.

La verdad es que no se necesita gastar millones de pesos para “poner” a una persona que dirija el Ayuntamiento, eso lo hace cualquiera, no importa que nunca haya asistido a la escuela; significa pues que la democracia es una basura ante la realidad que se vive.

Me parece que lejos de existir un proceso de elección, debería de imponerse a una persona que haya estudiado administración pública, que realmente tenga conocimiento de qué es el servicio público, no basta con el deseo de servir, sino realmente el tener la sapiencia de qué es estar al frente y saber cómo lograr un desarrollo.

Pero de dónde van a salir esas personas, si son las mismas que están en el pueblo (123 municipios), son ellos quienes buscan y compran votos para llegar y en algunos casos obtener dividendos económicos y canonjías, me recuerda esa película donde se decía con el respeto que se merecen los de este apellido, pero “Soy Péres con S y no con Z”.

Alguien le respondió finalmente Pérez; en efecto de qué sirve tener buenos gobernadores en ocasiones, si la gente no lo entiende, que importa si lo agradece o no, lo que es real, es el hecho de que no quiere salir adelante, ejemplos muchos por exponer, da tristeza ver que estamos sumidos en la pobreza e ignorancia por el gusto mismo.

Entre los casos a ejemplificar es Chiapa de Corzo, todos hablan del agua y la quieren potabilizar sin saber lo que implica todo ello, pero además cuando les preguntan cuál es el principal problema del pueblo, rápidamente dicen el agua que llega sucia, no que no sea potabilizada, sino sucia. Entonces se les menciona que para lograr potabilizar se requiere incrementar el pago del servicio, y ahí la gente dice entonces no, que siga como está.

El caso de los municipios indígenas donde solo es el pedir dinero a cambio de nada, los campesinos están solo esperando que lleguen los programas sociales y lo que se sume del Ayuntamiento, eso es todo, otros más hasta bloquean para exigir lo que según ellos es un derecho, lo cual en realidad es un delito.

  

LLUVIAS

Preocupa en demasía el hecho de que la población no esté entendiendo que la temporada de lluvias o ciclones, es algo grave, no es una bendición en estas fechas, por el contrario resulta ser un verdadero peligro que tiene que atenderse con total responsabilidad, falso es que la naturaleza es la responsable.

Es el propio chiapaneco el que tiene en sus manos el saber salvarse de las atrocidades que se presentan por los fenómenos naturales que dicho sea de paso, son producto del cambio climático.

Pero la gran mayoría de las inundaciones, no son porque Dios quiere, por el cambio climático, por los huracanes que ni hay en Chiapas, salvo raras excepciones; ni tampoco porque es mala suerte, la realidad es que la población en su infinita ignorancia logra colocarse en los puntos más vulnerables que permite que haya afectaciones innecesarias.

Solo en el caso de Tuxtla Gutiérrez, existen 50 colonias que invadieron causes de afluentes que alimentan al Sabinal, en temporada de lluvia por lógica estos incrementan su nivel y terminan desbordándose o en su caso, recuperando su cauce natural, en el cual ahora existen viviendas.

La gente es ignorante pero también abusiva, a veces busca eso para encontrar beneficios, ejemplo, hay que recordar cuando la tormenta tropical Larry afectó la capital, el gobernador Pablo Salazar le pidió a su subsecretario Gutiérrez Ávila para atender la emergencia.

Lo cierto es que salieron personas con estufas y refrigeradores inservibles según que el agua se los descompuso, nada más falso; la gente se aprovechó y los verdaderos afectados en algunos casos omitieron decir algo y prefirieron ellos mismos ir por cosas nuevas, entendiendo que es un error vivir al lado del río.

La culpa pues es de quienes invaden y quienes se sienten dueños de algo que nunca tendrán, es la idiosincrasia, es la ideología, es la naturaleza de esta parte del país, donde nos falta una verdadera educación, no es culpa del gobierno, a quien no se le tiene porqué defender, sino aceptar que el que por su gusto es buey, hasta la coyunta lame.

En síntesis, todo es causado, nada es fortuito; muy lamentable que la gente busque beneficios a costa de su propia vida en ocasiones, el gobierno también tiene parte de la responsabilidad, pues autoriza en ocasiones por votos y en otras porque le importa poco la vida de quienes ahí se instalan.

Pero también hay que reconocer que de quienes están en esta situación son vivales que mantienen hasta 6 puntos de invasión, lo hacen constantemente como si fuera lo más normal del mundo, siempre quieren que el gobierno les dé más y más, y en ocasiones las autoridades caen en el garlito.

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