Piedrazos     

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Héctor Narváez    

La verdadera “normalidad” en México 

Mientras el principal mandatario del país sigue desde su escritorio dictando ordenes políticas y económicas, los médicos continúan con la lucha diaria de enfrentar la pandemia.

Por otro lado, millones de personas todos los días deciden sortear los riegos de salir a trabajar para llevar un poco de comida a sus hogares. Y otros, como los empresarios, empiezan a emigrar en busca de nuevos horizontes.

Esa es la verdadera “normalidad” que empieza en México a partir de hoy.

Sin bases ni fundamentos 

Y, como ya lo he escrito en las últimas semanas: cada día que pasa, se le va haciendo más difícil a este Gobierno.

No pueden seguir sosteniendo el discurso oficial de que todo va bien y hay una buena atención a la emergencia, cuando la realidad está chocando constantemente.

Hasta pareciera que arrastran con una maldición, pues ni bien habían anunciado el plan del regreso a “la nueva realidad” y los casos por coronavirus se empezaron a disparar.

Es más, aquello de que somos de los países que mejor ha manejado la pandemia, quedó reducido a la nada al llegar a superar el número de fallecidos con China. Y eso que nosotros somos 10 veces menos en población.

Hay regiones, como en Tapachula, que los hospitales estén a punto de ya no tener camas disponibles para los contagiados por el virus y a un paso de llegar al colapso.

En Chiapas, desde el fin de semana también se sabe que se están agotando los respiradores artificiales para los pacientes de gravedad.

Mientras, en Zacatecas los doctores siguen comprando su material, porque el que le da el Seguro Social a cargo del chiapaneco Zoé Robledo, no es el adecuado para su protección. Y eso, que se supone llegaron varios aviones procedentes de China, con el equipo necesario.

En términos generales, vemos que cada vez no cuentan con bases ni fundamentos sólidos, para asegurar que ya pasamos la etapa más difícil de la pandemia en el país, cuando millones de mexicanos estamos viendo y viviendo la realidad todos los días.

¿“LA ESPERANZA”? 

Un doctor de muchos años y que tiene amor a su trabajo, a pesar del cansancio, sigue presentándose todos los días al hospital para atender a los contagiados.

Como en otros casos en todo lo largo y ancho del país, no cuenta con el equipo necesario y ya no hay respiradores suficientes. Ya no aguanta más y se suelta a llorar.

Llora, porque por un lado el Gobierno no les está dando las herramientas para poder enfrentar esta crisis sanitaria. Y por el otro, ve con tristeza y hasta frustración como una gran parte de la población sigue en las calles como si nada y sin tomar ninguna medida de cuidado.

En un municipio, una madre soltera que tiene 4 hijos a su cargo, se levanta desde las 4 de la mañana para viajar a la ciudad y vender algo de su mercancía en otra ciudad.

Se va en el transporte, en donde todos viajan juntos y apretados. Y llega a la plaza popular, en la que muy pocos toman medidas de prevención.

La mujer, vende desde muy temprano y termina su jornada casi cuando cae la noche, en donde de nuevo se trasladada en “el guajolote” para llegar a su comunidad. Ese día, apenas ganó 50 pesos y solo lleva un pedazo de pollo y una bolsa de pan para que coma su familia.

Antes de la pandemia, esta vendedora tenía un ingreso diario de 100 a 150 pesos. Y esto le ayudaba a medio sostener  su hogar.

En otra parte del país, un empresario que ha trabajado por muchos años con su empresa, se vino a la baja en esta temporada, al ser declarada “no esencial”.

Sostenía a cientos de empleados y con ello a igual número de familias, quienes prácticamente se quedaron sin ingresos, al irse a la quiebra.

Hoy, el empresario en un último intento de poder recuperar lo perdido y ayudar a los que dependen de él, empezó a entablar negociaciones para instalarse en el extranjero.

De hecho, para este generador de empleos, en México ya no contaba con las condiciones para seguir invirtiendo en el país, ante la política que se ha implementado desde finales del 2018 y hasta la fecha.

Esa es “La Esperanza” con la que vivimos los millones de ciudadanos, de todos los niveles. Y es la verdadera “normalidad” que nos han recetado los “actuales hombres del poder”.

Sobra mencionar que cada vez es más incierto el futuro al que vamos. Que Dios nos agarre confesados.

Moraleja: La verdad es lo que es. Y sigue siendo verdad, aunque se piense al revés.

Comentarios: hectornarvaez@hotmail.com     

Cel. 9642823259     

Facebook: hector.narvaez.96

 

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