Acá entre nos

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Acá entre nos

 

Alejandro Moguel

 

¿Qué pasó con los 35 notarios chiapanecos?

 

Como sucede casi siempre, principalmente entre los funcionarios públicos de alto nivel de esa administración del Gobierno federal, comunican mal. Sus boletines están hechos con las patas, como decimos coloquialmente para expresar que algo está mal hecho.

El Servicio de Administración Tributaria (SAT) publicó el miércoles 22 de septiembre en su página de internet que se habían cancelado cuentas de mil 22 Fedatarios Públicos inscritos al “Esquema de inscripción en el RFC a través del fedatario público por medios remotos”.

Quienes leyeron de bote pronto ese comunicado, comprendieron que las mil 22 Notarías –entre ellos, 35 chiapanecos- iban a dejar de funcionar, iban a cerrar sus puertas y que los notarios iban a quedar sin chamba. Eso es falso. No van a cerrar. Van a seguir funcionando.

Esos fedatarios públicos tienen un amplio glosario de servicios que son ofrecidos a sus clientes. El SAT solamente canceló uno de ellos, porque los titulares de esas notarías no tramitaron su vigencia ante esa instancia de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Por citar el caso chiapaneco, los 35 notarios únicamente no podrán inscribir en el RFC, desde sus oficinas y de manera remota, a las empresas o sociedades que se constituyan ante su Fe. Solamente eso no van a realizar a partir de la referida notificación del SAT. Todos los demás servicios para los que están facultados sí se seguirán haciendo. Las escrituras y demás documentos o actos pasados ante su Fe seguirán teniendo plena validez oficial.

Ahora bien, muchos interpretaron que el Gobierno federal está cerrando todos los huecos por donde se pudiesen colar empresas “fantasma”, mediante las cuales se pudiese estar lavando dinero o creando empresas factureras.

El presidente del Consejo Estatal de Notarios de Chiapas, Noé Díaz González negó que los 35 fedatarios chiapanecos se encuentren en supuestas listas negras que tengan implicación alguna en investigaciones de ese tipo.

El tema generó mucho morbo entre los lectores, oyentes y televidentes, porque hay en la lista muchos nombres de conocidos chiapanecos y rápidamente pensaron que ellos podrían estar involucrados en actos irregulares, anómalos e ilegales. Sin embargo, ellos lo tomaron con calma, porque comprenden muy bien que el caso no es grave. Tanto así, que la ex Secretaria de Gobernación y actual presidenta del Senado, Olga Sánchez Cordero está en esa lista nacional y ella respondió con mucha tranquilidad que no había actualizado su registro ante el SAT. Que eso será necesario hacerlo, pero cuando ella se reincorpore a la Notaría, la cual está inactiva porque ella está desempeñando en este momento un cargo público. “Entonces haré el trámite correspondiente”, apuntó.

Es decir, a ella no le corre prisa, porque no es algo urgente ni grave.

El problema sigue siendo que algunos comunicadores oficiales, voluntaria o involuntariamente, redactan mal sus boletines que transmiten ideas erróneas a la sociedad. Mensajes alejados de la realidad que, en más de una ocasión, terminan afectando la imagen pública de muchos ciudadanos, como ocurrió aquí con los fedatarios públicos. O, ¿de plano había dolo entre quienes elaboraron ese boletín oficial, que todavía está colgado de su página oficial de internet? Quién sabe.

El caso es que sólo un boom noticioso por el morbo natural de los lectores. Porque el encabezado colocado en dicho boletín hablaba de un hecho noticioso y los medios lo tomaron como tal. Cuando vinieron las explicaciones de los aludidos, las cosas se calmaron. Vaya pues.

Mientras tanto, Raquel Buenrostro Sánchez, titular del SAT guardó silencio sepulcral.

Email: alexmoguels@hotmail.com

 

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