Acá entre nos….

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Acá entre nos....

 

Alejandro Moguel

 

Soñaba con ser la heroína de la 4T

Pero se fue por la puerta de atrás

En política, la novatez se paga con creces. Sin embargo, la novatez y la insensatez suelen ser una combinación explosiva que termina castigando en forma severa a los individuos que hayan estado cegados por el poder del que se les haya investido, casi siempre inmerecidamente. Y si a esas dos dotes le agregas un marido llamado John Ackerman, la cosa adquiere otras dimensiones.

Eso acaba de padecer Irma Eréndira Sandoval. Empezó mostrando su novatez siendo permanente contestataria y hasta ofensiva contra adversarios al régimen en redes sociales. Nunca se enteró que eso es, por por lo menos, políticamente incorrecto. La mayoría de las veces sus virulentos ataques eran contra simples ciudadanos que simplemente estaban ejerciendo su derecho a la libertad de expresión para disentir de sus autoridades. Eso en un político de alto nivel, como lo era ella, es reprobable, no recomendable o ¡vaya!  hasta debería prohibírseles. Es la antítesis de la empatía que debe desprenderse de las figuras públicas. Esas eran las actitudes sobradas que le brotaban hasta de los poros de la Licenciada en Sociología por la Universidad Autónoma Metropolitana y doctora en Ciencia Política por la Universidad de California. Por títulos académicos, no paramos.

Ella es un claro ejemplo de que no importa que las personas sean unas lumbreras en el ámbito académico si dentro de su ser siguen siendo rupestres.

 

LA TRAICIÓN

Pero va lo demás. No leyó, no quiso leer o simplemente no le importó el mensaje de su jefe, el tlatoani moderno, quien en todas las formas posibles fue explícito, de que Félix Salgado Macedonio era su gallo mayor para la gubernatura de Guerrero y ella se fue por la libre apoyando, al contrario, a su hermano del alma y de sangre, Pablo Amilcar Sandoval. No solo lo apoyó. Usó todos los instrumentos políticos a su alcance para destronar a Salgado, lo cual finalmente sucedió, no por ella solamente, pero sí por algo que ella y su esposo iniciaron: promover, por debajo de la mesa, las acusaciones de violación sexual que ya habían sido hechas con anticipación por las propias víctimas en contra del ahora ex candidato. No por nada Félix Salgado escribió el lunes reciente en su cuenta de Twitter, después de la caída de su rival: “La sonrisa es el espejo del alma, la única capaz de mover lo inconmovible. Siempre debe haber un motivo para sonreír. Les mando un fuerte abrazo a todas y todos”. ¡Tómala! Eso no quiere decir que el impresentable Toro deje de ser de mi total desagrado. Es sólo porque esa oportuna expresión encaja muy bien en el contexto del árbol caído en ese mismo lunes.

 

LA MENTIRA

Hay más. Latinus reveló en 2019 un reportaje de las casas de Irma Eréndira y de su cónyuge John Ackerman quien, por cierto, sigue contratado en Canal Once que es del gobierno federal. Ambos declararon –mintieron ante las autoridades- haber recibido sueldos que no justificaban su riqueza inmobiliaria: cinco casas con costos millonarios. Ella, la zarina anticorrupción, rompió con la leyenda madre del actual presidente: no mentirás, no robarás y no traicionarás. Dos de esos conceptos los llevó a la práctica Irma Eréndira con singular alegría. El tercero está todavía en duda. Pero, todo lo malo flota por sí mismo, dirían algunos.

 

SIN RESULTADOS

Se fue con pleito y sin resultados. Ahí están los escándalos de principales protagonistas de la 4T o el dato reciente del INEGI: que la corrupción ha aumentado en 9% en lo que va de la actual administración de la tan cantada honestidad. ¿Qué tanto contribuyó ella para combatir la corrupción dentro de la administración pública? Nada. Por el contrario, el flagelo extendió sus tentáculos.

Liberó de culpas a Manuel Bartlett, actual director de la CFE, acusado de ocultar 23 casas y 12 empresas a nombre de su concubina e hijos; a Jesús Seade, ex subsecretario para América del Norte, acusado de peculado y abuso de funciones; a Carlos Lomelí, ex delegado del Bienestar en Jalisco, quien logró evadir una inhabilitación a Laboratorios Solfrán, debido a que la dependencia de Eréndira aplicó una ley equivocada –en forma deliberada, ni modos que no supieran sus asesores-; a León Bartlett dueño de Cyber Robotic Solutions e hijo del director de la CFE le hizo la vida fácil. Ella frenó inhabilitaciones y multas por una venta irregular de respiradores del IMSS. Todos esos son casos públicos y su historia puede ser encontrada fácilmente tan sólo con teclear palabras clave –key words- en el buscador más famoso del mundo.

Los tecleadores más conocidos de la Ciudad de México se dieron gusto escribiendo frases muy acertadas: se fue por la puerta de atrás, su salida es el reconocimiento del fracaso. “Bien dice que su pecho no es bodega, pero su cara tampoco”, dijo otro en relación al gesto de molestia expresado por el presidente al momento de anunciar el relevo de doña Eréndira.

La señora debió haber ofendido a tantos cuando se desempeñaba como Secretaria de la Función Pública que en la misma proporción se desgranó la alegría por la deshonrada forma en que fue echada del gabinete presidencial.

Email: alexmoguels@hotmail.com

 

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