Columna Sur  

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Columna Sur  

Héctor Narváez 

 

Yo si soy “aspiracionista”

Orgullosamente. Tengo claro mis ideales y se por lo que lucho todos los días, desde hace años.

Y es lamentable escuchar al líder de mi país, Andrés Manuel López Obrador, criticando a quienes buscan salir adelante.

Si es un delito, como lo ha dicho él, que me anoten dos veces: yo si soy un “aspiracionista”.

 

Estaba equivocado

Presidente: ¿por qué ese rencor con quienes se esfuerzan para alcanzar los objetivos de su vida?

Yo, por ejemplo, puedo decirle que, desde temprana edad, me ha tocado abrirme camino, sin el apoyo de algún Gobierno.

Quienes me conocen, saben que nací en un pequeño municipio de Chiapas, Huixtla, pero el cual cuenta con una gran historia.

Y a pesar de que he recibido muchas oportunidades para dejar mi tierra, aquí radico con mi familia: me gusta mi pueblo, se vive en paz y tranquilamente.

Afortunadamente no soy pobre, por lo cual no requiero de ninguno de los programas asistencialistas de su administración. Tampoco soy rico, pues todos los días tengo que trabajar para generar ingresos que mantengan mis gastos y de mis seres queridos.

Pertenezco a esa clase media, no lo niego, a la que usted tanto critica. Pero, no soy parte de ese sector que señala como “individualista”.

Los que me conocen, saben mi pasión por el periodismo y lo que he hecho con este oficio para ayudar a los demás, incluso, fuera de este trabajo.

Y nunca, pero nunca, le he dado la espalda al prójimo. Por el contrario, en medio de mis posibilidades, tiendo mi mano.

Pensaba que conocía más al pueblo, Licenciado Andrés Manuel López Obrador. Pero, me estoy dando cuenta que estaba equivocado y que me he llevado una gran decepción.

 

Que no se olvide

Y claro que quiero ser como los de arriba. Como los grandes que ha tenido nuestro país.

Eso, algunos lo llaman ambición. Yo lo considero, como millones, el sueño de todo mexicano.

De hecho, usted, Licenciado Andrés Manuel López Obrador, fue parte de este sector: quiso ser como los de arriba, como uno de los grandes, y soñó con ser Presidente.

Empezó desde abajo, salió de su tierra, de Macuspana, Tabasco. Pasó por el PRI, por el PRD y hasta que conformó el nuevo partido de Morena. Primero llegó a ser Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal y por años luchó para estar en Palacio Nacional.

Así como usted, así como yo y como muchos de mexicanos, no se encaramó lo más que pudo para llegar al poder. Ni tampoco puedo decir que no tiene escrúpulos, porque soy testigo de que le ha costado llegar hasta donde hoy se encuentra.

Menos que estemos de acuerdo con ese dicho de que “el que tranza no avanza”, porque también hemos estado y seguiremos estando en contra de la corrupción, por cierto, no se ha avanzado en su combate como esperábamos en este Gobierno.

Señor Presidente: recuerde que fueron millones los que lo eligieron en el 2018. Y esos, tienen ética, son buenos ciudadanos, líderes sociales y, sobre todo, personas que guardan un respeto a la historia del país.

Para nada son “los malos”: ni los pobres, ni los millonarios, ni de los de la clase media. Ni los de arriba, ni los de abajo, ni los que están en medio. Por el contrario: México es lo que es por todos.

Incluso, esta gran nación ha crecido y mejorado por usted, Licenciado Andrés Manuel López Obrador, que nos hizo recuperar la esperanza de que alguien nos ayudaría a salir adelante.

Si no hubiera sido por sus aspiraciones, y por su persistencia, no se hubiera dado ese cambio tan importante, con o sin o pocos resultados.

No se le olvide, Presidente, que también usted pertenece a esta gran nación: viene de los de abajo, después estuvo en la clase media y ahora forma parte de los que están arriba. Aunque hoy lo niegue, fue “aspiracionista”, de lo cual no hay nada de qué avergonzarse.

Por el contrario: hay que sentirse orgullo, de que como mexicanos, deseamos ser alguien en esta vida. Por eso, le digo: yo sí soy un “aspiracionista”.

Si ese es un delito, que me anoten.

Moraleja: Se piensa dos veces… ¡Antes de hablar!

 

Al margen: ¡Se pudre!

Miles de toneladas de maíz, que maneja Segalmex, se han descompuesto en un campo de futbol en el ejido Úrsulo Galván, municipio de Villaflores en Chiapas.

Según el Gobierno Federal, se invirtió el año pasado alrededor de 9 mil 200 millones para este sector, pero este programa no llegó a los beneficiarios. ¡Y se pudre!

 

Por último: ¡Extrañas similitudes!

La organización Mexicanos Contra la Corrupción, hizo una nueva revelación con documentos, de que el mismo esquema que se utilizó para “la Estafa Maestra” con Rosario Robles, es muy parecido a la de “las empresas fantasmas” que están involucradas al presunto desvío de alrededor de 50 millones de pesos que investiga Hacienda Federal a la administración del entonces Gobernador de Chiapas y hoy Senador pluri, Manuel Velasco Coello.

También hay que recordar que en este estado se inició la “Cruzada contra el Hambre” y de la misma forma hay denuncias de quedar inconclusa la reconstrucción de las casas por los temblores del 2014 y 2017, en donde se han echado la culpa tanto la dama como el caballero. Lo dicho: ¡Extrañas similitudes!

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